A lo largo de más de tres décadas, nos hemos enfrentado a desafíos, hemos superado crisis y hemos trabajado codo a codo
con profesionales de la traducción para construir un legado de excelencia y compromiso social.
Orígenes y fundación:.
Por un lado, Luis M.ª Revilla Alayza contaba con una larga trayectoria como traductor profesional tanto en Francia como
en España; por otro, Carmen Yates ha sido siempre una mente emprendedora capaz de adaptar sus dotes comerciales a cualquier
entorno.
En pocas palabras: la tormenta perfecta.
Desde una humilde oficina en la Calle Santísima Trinidad de Madrid, con muebles
de segunda mano y la inestimable ayuda de sus hijas, que en ese momento tenían
10 y 9 años, montaron la que fue la primera sede de Word Works.
Luis diseñó el primer logo de la sociedad, primer diseño que hoy sigue decorando
la entrada de nuestra oficina en Pozuelo de Alarcón, y juntos se embarcaron en
esta aventura.
Los primeros clientes de Word Works, hasta que Carmen se lanzó a la calle en busca de nuevas cuentas,
fueron los antiguos clientes con los que ya trabajaban en París. Gracias a lo que entonces era tecnología
punta —un ruidoso módem—, podían conectarse con sus contactos de París y entregar traducciones cada día.
Nuestros inicios fueron humildes pero llenos de determinación y permitieron a esta audaz pareja
trasladar la oficina a Pozuelo de Alarcón y empezar a contratar gestoras de proyectos para tramitar
todos los pedidos de los clientes que Carmen no paraba de conseguir en Madrid y Francia.
Pronto empezaron a contar con una amplia red de colaboradores y Word Works empezó a crecer.
Crecimiento y superación:
Hemos atravesado momentos difíciles, desde crisis económicas hasta revoluciones tecnológicas.
Sin embargo, cada obstáculo nos ha hecho más fuertes y nos ha impulsado para innovar,
adaptarnos y seguir adelante con firmeza.
No debemos obviar que la empresa se fundó en tiempos de crisis en España. De 1991 a 1993
no fueron años fáciles para la economía y numerosas empresas de nueva creación se fueron
al garete en poco tiempo. Esto, añadido al desconocimiento de nuestro sector (las traducciones
eran un servicio muy proco profesionalizado en esos tiempos) hizo que los primeros años
fuesen especialmente duros. Pero lo logramos.
La empresa fue creciendo y pasó de contar con una gestora de proyectos (Michelle, que trabajaba
codo con codo con Carmen y Luis), a contar con todo un equipo. La oficina de Pozuelo se quedó pequeña
y pasaron a un dúplex, donde las cuentas siguieron llegando a la par que la tecnología y nuestro
compromiso con la calidad.
En 1999 Word Works fue la primera empresa española de traducciones en certificarse con la
Además, lejos de sentirse intimidados por el uso de la tecnología, esta pareja de emprendedores apostó
por las
Word Works pasó por altos y bajos y a finales de 2007 se encontraba en un momento de esplendor, lo que permitió a la empresa crecer
y trasladar sus oficinas a Las Rozas de Madrid. Poco vieron venir entonces la crisis de 2008: gran momento de humildad en el
que el equipo tuvo que reajustarse y la empresa volvió a Pozuelo de Alarcón, lugar que los había acompañado en sus mejores años.
Pasó la tormenta gracias al afán incesable del equipo y de su dirección por superar cualquier tipo de situación aparentemente infranqueable.
No sería la última vez que la empresa le viese las orejas al lobo. Los años siguientes fueron de tremenda incertidumbre, con clientes yendo y viniendo y
mucha inestabilidad financiera en todo el mundo, algo que la empresa supo compensar siempre apostando por la calidad, la tecnología y la fiabilidad.
Colaboración con profesionales::
Word Works es una
Nuestros traductores, revisores, redactores, diseñadores y maquetadores, entre otros perfiles, se reparten por los cinco continentes.
Muchos de ellos colaboran con la empresa desde sus orígenes y mantenemos una relación muy estrecha con ellos.
Otros muchos han pasado por nuestra casa como gestores y gestoras de proyectos en prácticas y luego han decidido embarcarse
en el mundo de la traducción como autónomos, pero de la mano de nuestro equipo de producción. Valoramos mucho estos inicios y
apoyamos su emprendimiento como profesionales autónomos contribuyendo a su formación y a sus primeros años de experiencia
profesional.
Nuestro equipo de gestión de recursos, es uno de nuestros motores más preciados. Se ocupan de la buena relación con nuestros
colaboradores y no cesan las nuevas altas y evaluaciones continuas, lo que nos permite seguir definiéndonos como una empresa humana,
con un equipo excepcional y siempre comprometida con la más alta calidad de servicio.
La famiglia
No se puede hablar de Word Works sin hablar de familia. La familia Revilla-Yates es la que define esta empresa. La fundan, como
mencionáramos más arriba, Carmen y Luis, pareja peruana de nacimiento e internacional de vida, pero toda su familia pasa por
nuestras filas.
Óscar, el hijo mayor de Carmen, sería el primero en sumarse por unos años al equipo. Fue responsable comercial y capitaneó,
junto a su madre, el barco durante algún tiempo. A cargo de la producción y durante un breve periodo estuvo también la hija
mayor de Carmen, Sylvia, que dejó una huella organizativa en el departamento que perduraría varios años.
Pero las dos incorporaciones más duraderas y que más marcarían la trayectoria de la empresa hasta hoy serían las de las hermanas Revilla,
Trilce y Eva. No llegaron al mismo tiempo, pero han definido con creces la trayectoria de Word Works hasta hoy en día.
Trilce se incorporó a las filas de la empresa en 1998, recién acabado el colegio. Estudió y trabajó los primeros años para poder cumplir así
con el requisito de su padre de ostentar un título universitario que validara su carrera, y pronto estaría al cargo del departamento de Producción.
De ahí pasaría a ser la comercial de la sociedad, para pocos años después dirigir el proyecto mientras sus padres iniciaban los suyos propios
fuera de Madrid. Cumplía con esto su sueño de la infancia de dirigir la empresa familiar.
Hoy en día, más de 25 años después, Trilce sigue vinculada con diferentes labores de Dirección de la empresa desde Bali, donde tiene
establecida su residencia junto a sus hijos, y donde emprende proyectos por su cuenta también.
Otro momento fundamental de los últimos 10 años de la empresa sería la incorporación de Eva, la pequeña de la familia. Eva se incorpora al
proyecto en 2015 para darle la vuelta a la organización administrativa y financiera de la empresa. Lo cambia todo, lo mide todo y no deja
número por revisar ni variable por apuntar. Gracias a su enorme labor, la empresa mejora con creces a nivel organizativo y Eva se pone al
mando del proyecto, primero junto a su hermana y su madre y después en solitario, durante los últimos cinco años. Su titánica labor ha
permitido que la empresa badee las últimas crisis de una forma muy suave y ha ayudado a cohesionar un equipo que hoy en día funciona
con la precisión de un reloj suizo.
Para esta familia el equipo es familia. La empresa se forma bajo la premisa de que no vivimos para trabajar, sino que trabajamos para vivir
y que si trabajas en lo que realmente te apasiona no trabajarás ni un solo día de tu vida. Estos son los valores que esta familia busca
inculcar en su equipo, hoy en día capitaneado por Eva y Daniela en la gerencia, Carmen en la Dirección financiera, y Trilce en el apoyo
a la Dirección.
Hoy miramos atrás con orgullo y hacia adelante con determinación. Nuestros más de 30 años son solo el comienzo de una historia que sigue
escribiéndose cada día, con pasión, compromiso y el firme propósito de seguir siendo líderes en la industria de la traducción,
con valores que nos guían y nos enorgullecen.
Este artículo es un homenaje a todos y todas las que han sido parte de nuestra historia —clientes, colaboradores y equipo—, porque juntos
hemos construido un legado que trasciende palabras y fronteras, un legado de excelencia, compromiso y justicia.