Desde la definición de guías de estilo global, para tus copywriting o traducciones hacia todos los mercados con los que trabajes,
pasando por glosarios, localización o capacitación de equipos locales, deja que te contemos más.
1. Define una guía de estilo global
Tu guía de estilo es el pilar fundamental de la coherencia de tu marca. Este documento debería incluir:
• Tono: ¿Es formal y técnico o coloquial y cercano?
• Palabras clave: Términos o frases que representan tu marca.
• Estilo visual: Colores, tipografías, imágenes y diseños.
En mercados internacionales, es importante adaptar tu guía de estilo a las particularidades locales sin perder la esencia global. Por ejemplo,
si tu tono es desenfadado, asegúrate de que esa cercanía se exprese de manera culturalmente apropiada en cada idioma.
Consejo práctico: trabaja con un equipo multicultural que pueda identificar posibles malentendidos y hacer los ajustes necesarios.
2. Utiliza glosarios y memorias de traducción
Los glosarios y memorias de traducción son herramientas esenciales para mantener la coherencia en los términos
y expresiones clave de tu marca cuando estás adaptando tu mensaje para un mercado internacional.
• Glosario: una lista de términos clave con sus equivalentes aprobados en cada idioma.
• Memoria de traducción: no son una herramienta nueva sino básica que emplean principalmente profesionales
de la traducción. Se trata de una base de datos que guarda frases previamente traducidas para que se reutilicen
con el objetivo de mantener la coherencia.
Estas herramientas no solo hacen que el proceso de traducción sea más eficiente, sino que también garantizan que
las traducciones reflejen siempre el mismo tono y mensaje.
Consejo práctico: colabora con un proveedor de traducciones que utilice tecnología avanzada y que pueda
trabajar con tus herramientas para asegurar la calidad del resultado.
3. Invierte en la localización, no solo en la traducción
Localizar significa adaptar tu contenido a la cultura, las normas y las expectativas del mercado objetivo.
Por ejemplo, un eslogan que funciona en España va a necesitar adaptarse para usarse en México o Argentina para
tener el mismo impacto. Lo mismo ocurre con las imágenes o las referencias culturales.
Consejo práctico: antes de lanzar una campaña, cuenta con la revisión por parte de nativos de la cultura de
destino para asegurarte de que el mensaje sea claro y relevante.
4. Capacita a tus equipos locales
Los equipos locales son tus mejores aliados para garantizar la coherencia de la marca en mercados internacionales.
Sin embargo, necesitan estar alineados con la visión global de la empresa.
• Ofrece formación: organiza talleres y sesiones informativas para compartir la guía de estilo global y los objetivos.
• Facilita la comunicación constante: mantén un flujo de información abierto para resolver dudas y compartir aprendizajes.
Consejo práctico: designa embajadores de marca en cada mercado que puedan actuar como punto de contacto entre la sede central y los equipos locales.
5. Supervisa y mide la coherencia
El seguimiento es crucial para identificar posibles incoherencias y corregirlas a tiempo. Algunas maneras de hacerlo incluyen:
• Realiza auditorías de contenido: revisa periódicamente el material en todos los idiomas para garantizar que se alinea con la guía de estilo.
• Recopila opiniones de clientes y equipos locales: para identificar áreas de mejora.
• Define indicadores clave: mide la efectividad de la comunicación global, como la satisfacción del cliente o el tiempo dedicado a hacer correcciones.
Consejo práctico: implementa herramientas de gestión de contenido que permitan un control centralizado y fácil acceso a los recursos clave.
Conclusión
Mantener la coherencia de tu marca en mercados internacionales no es una tarea sencilla, pero tampoco es imposible. Con una guía de estilo clara,
herramientas de traducción adecuadas, localización efectiva, equipos bien capacitados y una supervisión constante, puedes asegurarte de que tu mensaje
resuene con fuerza en cualquier parte del mundo.
Este esfuerzo inicial te ahorrará tiempo, dinero y dolores de cabeza en el futuro; además, te permitirá centrarte en lo que realmente importa:
hacer crecer tu marca.